"Cuando Elisa no puede dormir se aventura con su linterna por Duermevela. Es un lugar entre el sueño y la vigilia, una selva oscura y poblada donde los caminos llevan a encuentros esperados."

Junto a su amigo Estebaldo, Elisa pasea, escucha, mira las estrellas…

Poco a poco se adormece, a la luz de la luna, con un cálido «hasta la próxima».

Al entrar en la historia nos encontramos ya a Elisa preparada para adentrarse en duermevela acompañada de un candil que ilumina el espacio de un amarillo cálido que insiste sobre el relieve de las formas, intensifica los colores y las texturas y marca el recorrido de nuestra mirada, convirtiendo el espacio en un lugar onírico que llama casi al tacto. Un lugar en el que se acentúa el misterio pero que desprende al mismo tiempo sensación de realidad. Un lugar en el que los límites entre lo real y lo soñado se diluyen sin que sepamos muy bien dónde estamos... - La Coleccionista